Hay que arriesgarse

En la vida corremos riesgos, pero no hay que verlos con miedo, sino con optimismo y esperanza, dentro de un sentido de vida. Se trata de salir transformados, sea cual sea el resultado de esa decisión que tomamos asumiendo el riesgo. Y no hay mayor riesgo que aquel que asumimos en nuestras relaciones, porque podemos salir muy heridos. Sin embargo, vale la pena. ¿Cuál es el mayor riesgo que has corrido?

Decisiones, cada día

La vida significa tomar decisiones. Si sentimos que no somos totalmente libres en esas decisiones, nos sentimos impotentes. El secreto es entender las circunstancias y tratar de ponerlas a nuestro servicio. ¿Cómo manejas tus decisiones?

Querer, deber, poder

¿Quiero? ¿Debo? ¿Puedo? Hacerme esas tres preguntas me permite entender correctamente mi libertad y tomar decisiones adecuadas en el momento que las necesito. Si falta una de las tres, mi elección está condicionada y puedo equivocarme. Aprendamos cómo.

Mudanzas

Me cambié de casa y en este cambio hemos aprendido valiosas lecciones. Las mudanzas son símbolos del paso de etapas en nuestra vida, donde confluyen pasado, presente y futuro para poder actualizarnos como personas.