Bienvenida

“La gracia supone la naturaleza y la eleva”
- Santo Tomás de Aquino

Imago Dei es una página donde quiero plasmar una percepción de la vida que nace de mi forma de entender la psicología, de manera que sea un punto de apoyo hacia el bienestar psicoafectivo de quien pase por aquí.

¿Y quién soy yo y cuál es mi forma de entender la psicología? Eso lo detallo un poco en mi presentación, y no me gustaría redundar. Pero sí quiero explicar el por qué del nombre del blog: imago Dei son las palabras latinas que apuntan al humano como ser creado a imagen de Dios. Esta idea es fundamental para entender nuestra dignidad ontológica: seres hechos a imagen y semejanza de la Divinidad, pero heridos por la mancha del pecado; es decir, capaces de actos atroces aunque también de actos sublimes y heroicos. Algo que se refleja perfectamente en la frase que encabeza este artículo.

Esta imago Dei se entiende tanto en la relación del ser humano con el mundo, como en la relación con el otro, a decir de san Juan Pablo II. Sin embargo, no se agota en lo relacional, sino que atiende a la interioridad: el Hombre llena su vacío existencial al darle sentido a su vida, y ese sentido se funda en el reconocimiento de sí mismo como un ser que busca el Infinito, la Trascendencia, porque lo impulsa su identidad con su Creador. Una búsqueda libre que nos conecta con el bien, la verdad y la belleza.

Entonces, entiendo la salud mental como una sintonía con esa imago Dei, con esa sed de Infinito, con esa respuesta al llamado a acercarme cada vez más a la imagen del Padre. Y eso es lo que pretendo con esta página, brindar a aquel que lo necesite (junto con mi aporte en la consulta) una mano en este peregrinar hacia la consciencia de nuestra naturaleza física, racional y espiritual; o sea, hijos de Dios.

Bienvenidos, y siéntanse libres de comentar cualquier cosa que nos pueda ayudar a caminar codo a codo en esta misión para alcanzar la felicidad. Estaré encantado de compartir esos aportes y que construyamos juntos un sitio donde hallar herramientas que nos permitan encontrarnos. ¡Vamos al transformar el mundo comenzando por cada uno de nosotros!

¡Saludos y bendiciones!