El Adviento es un tiempo que nos prepara a recibir a nuestro Redentor. Esta espera tiene que ver con el conocimiento que nos lleva a amar y a confiar. Lo mismo ocurre en el resto de nuestras relaciones: si no recibimos lo que esperamos, dejamos de tener esperanza. Construyamos la esperanza con el corazón listo, a través del amor.