La disonancia cognitiva que se produce al darnos cuenta de la diferencia entre lo que pensamos y lo que hacemos, se reduce o no existe cuando tenemos una justificación para nuestras decisiones. Entonces no es un autoengaño, sino una elección a pesar nuestro, y que nos deja tranquilos. ¿Cuántas veces te has sentido justificado de decisiones contrarias a tus ideas?